Hace unas semanas nos escribió Javier y nos hizo una petición concreta, fuera de lo habitual, pero de aquellas que nos hacen disfrutar de nuestro trabajo más aún, si cabe.

La hermana de Javier se casa y él quería hacerle un regalo original para la boda. Después de buscar mucho, acabó viendo lo que ya hace meses que os contamos, que regalar una canción personalizada a unos novios es un éxito asegurado.

Regalar una canción personalizada para la boda

Javier tenía muy claro lo que le quería decir a su hermana y de qué forma. Ya había escrito la letra y en su cabeza sonaba una melodía que él mismo había creado, pero al no tener conocimientos de música no podía plasmarlo y convertirlo en algo real. Y allí entramos nosotros, Te Compongo Tu Canción.

Realizar esta canción ha sido todo un reto. Puede parecer fácil porque no teníamos que escribir la letra ni componer la melodía. Pero hemos tenido que entender lo que Javier nos explicaba y ponerle notas a sus ideas. Después de muchos mensajes de audio, de muchos silbidos y tarareos y de algunos retoques, por fin conseguimos lo que Javier estaba buscando.

Aquí os dejamos con el resultado, y también os dejamos con lo que él nos ha escrito, unas preciosas palabras que queremos agradecer profundamente.

¡Muchas gracias a ti, Javier, por confiar en Te Compongo Tu Canción para una tarea tan especial!

Lo que Javier escribió sobre nosotros:

CÓMO EXTRAER UNA CANCIÓN DE MI CABEZA

Quería regalar algo original a mi hermana el día de su boda y no tardé en descubrir que la mejor opción de todas era una canción. Además, mi caso es algo peculiar porque sí me vi capacitado para escribir la letra y componer la base de la melodía porque si bien no tengo mucha idea de música, sí que creo tener cierto oído para ello. Tras un tiempo conseguí sacar una letra que me convencía y tenía la melodía de la canción en mi cabeza… pero ¿cómo darle cuerpo a todo eso sin tener los conocimientos ni destrezas musicales adecuados?… y ahí surgió Manuela…

Para ser sincero busqué varias opciones por Internet y me quedé con ella porque me gustaron sus trabajos. Tiene una voz preciosa y un estilo muy acorde con lo que buscaba… ¿pero aceptaría Manuela un proyecto que implicaba una forma de trabajar diferente?

Aceptó enseguida, y tengo que decir que las condiciones para trabajar eran muy complicadas porque debido a que inicalmente estaba en el extranjero teníamos que comunicarnos por mail en los que le enviaba audios tarareando y silbando lo que quería. Manuela demostró tener una capacidad de adaptación, de trabajo, de flexibilidad, paciencia y de superación dignas de admirar. Deteneos un momento a pensar la dificultad de plasmar en notas y reproducir con guitarras bajos y demás, unos silbidos y tarareos… alucinante!

Jamás dijo que no a nada, me ayudó con algunas sugerencias en la letra y con varios cambios en la música porque lo que yo tenía en mente no siempre era aceptable armónicamente hablando. Le dio cuerpo, base y estructura a la canción siguiendo lo que le indicaba unido a sus sugerencias creativas, y debo decir ahí que su paciencia conmigo ha sido digna de entrar en el Record Guiness:

“Javier, esto que me dices no creo que quede bien, pero si quieres yo lo hago y lo escuchas”… “Sí, Manuela, si no te importa hazlo así”… para luego acabar yo muchas veces diciendo “Oye, pues tenías razón… queda mejor como tú dices”. Tiene una gran capacidad psicológica para tratar con las personas, interactúa con delicadeza, interés, amabilidad y mucho tacto.

El proceso de creación ha sido fabuloso, ver como la canción va cogiendo forma hasta quedar impecable. La implicación de Manuela es, sencillamente, impresionante, más de 70 mails, varias llamadas telefónicas y multitud de cambios. Por las características de mi proyecto, su complejidad  y la variedad instrumental me costó más dinero del “standard”, Manuela siempre me fue informando al respecto. Pero como hermano de la novia, me parece que cada céntimo invertido ha merecido la pena, y puedo asegurar que sin Manuela este gran regalo no hubiera sido posible. Estaré siempre agradecido y recordaré esta grata experiencia con cariño.

¡Mil gracias!